Recientemente ha sido puesta a la venta en el mercado inmobiliario esta extraordinaria villa en Beverly Hills, en el 1201 de Laurel Way, por 36 millones de dólares. Se trata de una suntuosa construcción escondida entre las verdes colinas de Beverly Hills, uno de los lugares más exclusivos del condado de Los Ángeles.
La casa es única: la mayor parte de sus paredes han sido construidas en cristal para ofrecer una vista excepcional del verde entorno hasta la bahía; nada obstruye la panorámica en esta vista escenográfica, desde el Downtown hasta la costa.
La villa se compone en su interior de 6 habitaciones, 10 baños y de un amplio open space que se utiliza como zona living, rodeado de cristales de suelo a techo. Es precisamente el cristal el material que domina el estilo de esta casa, donde los brillantes acabados gobiernan en un resplandor de reflejos y brillos que envuelve todos los ambientes y que se extiende también a las zonas externas de la villa.
El uso de muebles singulares combinados con materiales naturales, tales como piedra arenisca o madera natural, hacen que esta casa sea más acogedora y perfecta para relajarse o para pasar el tiempo en compañía de amigos.
La zona living, además de un salón increíble, está constituida por una sala de proyecciones con sistema audio-video de última generación, y está decorada con sumo cuidado y con gran detalle.
La “zona noche” es una continuación de la zona living y también aquí juegan un papel fundamental los cristales y los acabados brillantes, sumados a elementos en tonos oscuros para contrarrestar el efecto impersonal de los pulidos muebles.
En las habitaciones de este lujoso palacio no hacen falta cuadros en las paredes porque las ventanas son verdaderas pinturas animadas que cambian con el cambio de estación o, simplemente, con el transcurso de las horas, tiñéndose de brillantes reflejos durante el amanecer o el atardecer. También podemos encontrar en esta casa una master suite con bar.
El exterior de la villa acoge también un lujo sin igual: una increíble terraza privada de 200 metros cuadrados domina completamente el entorno, enriquecida con increíbles juegos de fuego y con una bañera de hidromasaje-jacuzzi en la que caben hasta 6 personas. En el jardín se encuentra una enorme piscina compuesta por un espacio central y dos bañeras situadas en un plano rebajado que recorren la mayor parte del perímetro de la casa.