David Arquette es uno de los actores americanos más solicitados en la actualidad por los directores de cine. Sus últimos papeles le han proporcionado una fama y un éxito notables, hasta el punto de que se “rumorea” su nombre entre los propuestos para interpretar algunas de las películas más esperadas del próximo año. En el pasado ha actuado en la tercera parte de “Scream” y quizás fue esta película la que lo llevó a la fama.
Como todos los famosos del mundo del cine, también Arquette ha decidido llevar a cabo una importante inversión inmobiliaria, y ha elegido la ciudad de Los Ángeles para buscar una casa adaptada a sus exigencias. Al parecer, el actor ha gastado unos 7.15 millones de dólares por una construcción de estilo Tudor en Los Ángeles. Este edificio es uno de los pocos ejemplos de reproducción del estilo Tudor en América y el actor ha conseguido obtener un óptimo descuento respecto del precio inicial, fijado en 7.69 millones.
Las dimensiones de esta construcción, que incorpora las características de los edificios históricos, son impresionantes: la superficie útil es de más de 900 metros cuadrados cubiertos, dispuestos en tres plantas. El espacio no falta en esta casa, que contiene siete dormitorios y ocho baños para los huéspedes. Pero eso no es todo, ya que la casa cuenta con una master suite para el propietario.
No es habitual hacerse con un edificio de estilo Tudor en Los Ángeles dado que esta corriente se desarrolló hacia el final de la Edad Media. El estilo Tudor es una evolución del gótico inglés, adorado por la corona inglesa. La villa de lujo en California de David Arquette es más bien reciente, pero ha reproducido perfectamente este tipo de arquitectura, incluso en los materiales utilizados para los interiores.
La madera reina tanto en los suelos como en las paredes y en los toques finales. Son muchos los ambientes en los que se ha decidido dejar las vigas a la vista para dar un toque más clásico a la propiedad. Las ventanas y las puertas, sin embargo, son de estilo francés, casi del mismo color que el parqué.
En la casa de David Arquette encontramos también un gran comedor, una sala multimedia modernísima en el ático y una zona spa, donde disfrutar de un momento de relajación y de meditación solitaria con los beneficios de la sauna y de una piscina cubierta climatizada.