Villefranche-sur-Mer es un pequeño puerto en la Costa Azul, cerca de Niza: hasta ahora había sido un enclave sin villas modernas pero, con la llegada de personajes ricos y famosos que la han elegido como su lugar de reposo, se ha transformado en uno de los mercados inmobiliarios más caros del mundo.
La ciudad ha acogido desde siempre a las familias reales de toda Europa durante las vacaciones, pero se hizo famosa en 1970 cuando una de las casas más grandes de la rivera fuealquilada por los Rolling Stones, atrayendo fans y paparazzi.
Cuarenta años después, otros no tan famosos buscan una casa en esta comunidad, que tiene una población permanente de solo 6000 habitantes. La mayor parte de los compradores son de Europa del Este, si bien se encuentran también americanos, ingleses, alemanes, italianos y algún francés. Las casas de lujo más famosas son las villas construidas sobre las colinas boscosas que miran desde la altura, con una panorámica sobre el centro histórico y el Mediterráneo.
Quien se puede permitir más, elige las casas con una parte de playa privada. Obviamente son extremadamente caras: se puede llegar a pagar hasta 100 millones de euros por una propiedad en el paseo marítimo.
La típica casa de lujo en Villefranche-sur-Mer del Mar es normalmente una vivienda del siglo XVII o XIX, con cinco pisos y al menos 930 metros cuadrados de espacio interior, además de terrazas y probablemente un jardín en la azotea para disfrutar del sol de la Costa Azul 300 días al año. Tendrá, asimismo, un garaje para distintos coches y una vista ininterrumpida sobre uno de los puertos naturales más bellos del Mediterráneo.
Una verdadera atracción en Villefranche-sur-Mer es la cercanía con otras fascinantes localidades de la Costa Azul: además de Mónaco, están Cap Ferrat y Beaulieu-sur-Mer, así como el aeropuerto internacional de Niza.
Muchas de las mejores casas antiguas, con las fachadas originales bien conservadas, están a pocos pasos del mar y han sido vendidas fuera del mercado sin mucha publicidad. Los vendedores locales tienen listas de posibles compradores que operan mediante agentes, mientas las villas modernas en el campo se comercializan públicamente.
Dos ejemplos: Villa La Loggia, 465 metros cuadrados de estilo Belle Époque, construida en 1900, vuelca sobre la ciudad y la bahía, es una propiedad actualmente en venta con precio reservado. Por el contrario, una casa moderna del Domaine du Castellet, con seis habitaciones más alojamiento para el personal y 1393 metros cuadrados de espacio exterior, está en venta por 25 millones de euros.
Sin embargo, también este sector de lujo está mostrando signos de verse afectado por la recesión global: los compradores son más exigentes y atentos al precio, y muchos inmuebles han subido el precio considerablemente respecto al de hace un año.
