A principios de este año, una familia decidió vender su casa de lujo en Las Brisas de Chicureo, en Chile: una villa de estilo mediterráneo de más de 400 metros cuadrados inmersa en un complejo residencial con parque privado de más de 9.000 metros cuadrados, situada en un espléndido valle entre las montañas y el norte de Santiago.
Además de que se trata de una casa exclusiva, valorada en más de 500 millones de pesos (casi 800.000 euros), la agencia inmobiliaria que se ocupó de la venta decidió encontrar una nueva forma para enseñar la propiedad a los posibles compradores: un grupo seleccionado de personas fue invitado a un refinado aperitivo en la casa, con selección de vinos, quesos y fruta. La finalidad era dar a conocer a los posibles compradores las distintas áreas de la estructura de una manera no convencional, en vez de acompañarlos simplemente con un agente inmobiliario.
La iniciativa involucró a casi 50 personas y ha sido todo un éxito: la agencia está ya organizando otros encuentros.
En Estados Unidos ya es una costumbre que las propiedades más exclusivas en venta se muestren a los posibles clientes en estos encuentros open house: la estructura puede estar abierta durante pocas horas o durante todo un día, y las personas pueden visitarla tranquilamente con un vaso de vino en la mano.
En Santiago de Chile es una tendencia emergente, y cada vez más casas de lujo se venden de esta forma. Recientemente, una residencia de lujo en la zona de Los Dominicos se vendió por 2.5 millones de euros después de realizar un open house.
Últimamente se organizan al menos dos al mes, porque los operadores del sector inmobiliario venden en estos eventos una estrategia de marketing nueva e interesante.
Los open house no se usan solo para mostrar las propiedades lejanas de los centros urbanos: se están convirtiendo en una tendencia especialmente entre los brokers inmobiliarios que tienen en su portafolio inmuebles en los barrios de Vitacura, Lo Barnache y Las Condes, zonas todas ellas muy cercanas al nuevo rascacielos Costanera Center, el nuevo símbolo de lujo de Chile así como el edificio más alto de América Latina.
Muchas de estas propiedades exclusivas no se presentan en los medios tradicionales o en Internet: aquellos que son invitados a los eventos forman parte de una base de datos exclusiva de personas seleccionadas.
Cuando los open house se realizan a mediodía, se ofrece un brunch con sándwiches, fruta fresca y zumos, cuidadosamente colocados en una mesa de buffet. Por el contrario, para los que tienen lugar por la tarde se preparan aperitivos, casi siempre a base de quesos europeos y vinos.
Para hacerlos aún más sorprendentes, en algunos de estos encuentros se exponen obras de arte con cuadros y esculturas.
Este tipo de evento no se realiza únicamente para mostrar los inmuebles de lujo de nueva construcción, también se lleva a cabo en el caso de antiguos apartamentos restaurados en los barrios de moda de Santiago de Chile o con viejos inmuebles comerciales de los años 40 transformados en lujosos lofts en el corazón de Lastarria, el nuevo barrio bohemio de la capital.
Algunas agencias han establecido incluso tratos con asociaciones culturales: la presentación de una antigua casa en el barrio Italia ha involucrado a músicos en directo y se ha apoyado con la proyección de un cortometraje.
