Copper Beech Farm, la residencia de lujo más cara de Estados unidos, ha sufrido la crisis que ha afectado el mercado inmobiliario, haciendo disminuir el propio valor del mercado en pocos meses en casi 50 millones de dólares.
La villa, que se encuentra en Greenwich, en Connecticut, es una de las residencias históricas más importantes de la ciudad: su construcción pertenece al lejano 1896.
Copper Beech Farm, se encuentra en una posición reservada, escondida de las imponentes vallas al final de un largo camino arbolado de más de 500 metros. Esta fantástica propiedad, se extiende por una superficie de 50 acres y comprende también un pedazo de costa de Long Island Sound y como si no bastase también dos islas en mar abierto.
La estructura principal, una casa en estilo del renacimiento francés, de 1.255 metros cuadrados, se compone por 12 habitaciones, 9 baños, una biblioteca, un comedor, dotado de una elegantísima chimenea, un solarium, una bodega y alojamiento para el personal.
Para enriquecerla, cuenta también con una piscina climatizada con espléndidas vistas panorámicas, dos invernaderos, un centro bienestar, un garaje con espacio para seis coches y un cuidadísimo campo de tenis de hierba.
Actualmente el propietario es el magnate de la madera John Rudey, que compró esta propiedad en 1982, por un precio relativamente bajo respecto a su valor actual: 7,55 millones de dólares.
Según se informa, la devaluación del inmueble se debería a las vicisitudes que enfrentan las empresas controladas por Rudey. No obstante estas dificultades, actualmente Copper Beech Farm, es aun la residencia privada más cara en el mercado de los Estados Unidos.