Después de que en 2010, al concluir la Copa del Mundo de fútbol disputada en Sudáfrica, la política adoptada por el gobierno de Corea del Norte con sus atletas suscitara una gran polémica y perplejidad – el equipo entero fue sometido, como castigo, a los insultos de una multitud de personas que les reprochaban su escaso rendimiento en la competición – esta vez, según han comunicado medios autorizados, el gobierno parece haber adoptado una política diametralmente opuesta.
Así, algunos de los atletas que consiguieron medallas en las últimas olimpiadas de Londres de 2012, han sido premiados por su esfuerzo y sus resultados. Estos han contribuido, según el gobierno de Pyongyang, a revalorizar la imagen del país y, por ello, han recibido como regalo casas de lujo en la capital de Corea del Norte.
Esta decisión algo inusual puede servir para tener una panorámica de la situación actual del mercado inmobiliario en Corea del Norte.
El mercado inmobiliario de lujo en Pyongyang está lentamente registrando progresos, como por ejemplo la apertura del novísimo y elegante centro comercial Haedanghwa, que en poco tiempo ha conseguido revalorizar el barrio de Changchon, el cual ha visto aumentar exponencialmente en el último año el número de compraventas inmobiliarias.
El complejo de Haedanghwa no alberga solo el enorme y exclusivo centro comercial, sino también restaurantes, cafeterías, salones de belleza, una piscina e incluso una sauna. Sin duda, servicios de calidad que han atraído y convencido a numerosos inversores a la hora de adquirir un inmueble de lujo en este barrio residencial que cuenta todavía con amplios márgenes de crecimiento.
Sin embargo, es importante subrayar que todo esto representa solo una de las dos caras de la metrópoli: con una gran falta de infraestructuras y una fuerte inestabilidad económica, la mayor parte de la población no disfruta, de hecho, de una vida acomodada.