Moscú, capital y principal centro económico y financiero de la Federación Rusa, tiene más de 12 millones de habitantes, siendo la primera ciudad de Europa en cuanto a población. Su periferia es una de las más amplias del país y, desde hace unos meses, se piensa en una recalificación para atraer principalmente a inversores inmobiliarios.
El alcalde de la capital rusa, Sergey Sobyanin, al cargo desde 2010, ha declarado que “la mayor parte de los moscovitas vive en zonas residenciales que se han formado paso a paso con la historia de la ciudad”, y que hace falta transformar los “slums” o barrios marginales en zonas en las que haya una buena calidad de vida.
La periferia de Moscú está en el centro del interés político, sobre todo porque hospeda aproximadamente a un 90% de la población: en ella viven unos 7 millones de personas y potenciales votantes. Desde el punto de vista económico, pueden ser recalificados unos 200 millones de metros cuadrados de inmuebles, el equivalente a unos 1.000 billones de dólares.
Sería necesario, además de la reestructuración de los edificios, aumentar las infraestructuras del transporte público y poner a disposición de los habitantes rusos mayores servicios de asistencia. Asimismo, haría falta crear puestos de trabajo para mejorar la vida caótica y bajo presión del centro de Moscú, donde se concentra un 80% de los puestos de trabajo.
De esta manera, no solo se mejoraría la calidad de vida de la periferia, sino que también habrían mejoras logísticas y ecológicas para toda la ciudad. No hay que olvidar que Moscú representa también el centro de negocios, de ciencia y de innovación más grande del país y que, junto a Londres, Nueva York y Mónaco, atrae cada vez a más inversores privados del sector inmobiliario de lujo.