No se trata de un caso único, pero también es verdad que no es muy frecuente encontrarse de frente a una iglesia que, despojada de sus hábitos, ha sido convertida en una casa de lujo. Por fortuna, el resultado es una propiedad muy original así como agradable e intrigante en su nuevo cometido. Esta moderna vivienda tan particular se encuentra en Utrecht, en los Países bajos.
El aspecto exterior es muy similar al que tenía en 1870, año en que fue construida como iglesia dedicada a San Jacobo. Solo la torre anterior ya no está presente puesto que fue demolida en 1889 por problemas estructurales. Decorada con sobriedad, la Iglesia de San Jakobus fue construida en poco más de siete meses.
En 1991 la iglesia dejó de ser tal y fue transformada en residencia privada. Su punto fuerte es la perfecta interpretación del estudio Zecc Architects, que ha sabido convertirla en una casa moderna y funcional, extremadamente elegante, sin alterar la estructura original.
Los ambientes espaciosos, muy luminosos gracias al uso del blanco, y sus muchas ventanas, hacen que su estilo sea moderno y lineal. La vivienda dispone de un gran comedor con cocina living, un dormitorio, un espacioso baño, un área de estudio y de un salón muy luminoso y sugerente. La casa tiene una superficie de 670 m2, ,el espacio exterior delantero es de 90 m2 y el jardín posterior de unos 150 m2.
Dentro uno se siente acogido, a pesar de la altura de 14 metros de la nave principal, por la inteligente simetría en la disposición de los muebles, la separación de los espacios, escaleras y techos que equilibran las proporciones. Los arquitectos han conseguido crear una cómoda y funcional residencia, sin destrozar el ambiente original. Su habilidad ha sido tal que, si se quisiera algún día, la iglesia podría volver a su función como tal sin necesidad de modificar sustancialmente la estructura.
Comentarios aparte merece el enorme salón, al que se accede a través de una simple escalera. Rodeado de cristales decorados con mosaicos de colores, con arcos que llegan hasta su altísimo techo y con sillones centrales de color tierra dispuestos sobre alfombras de tonos suaves, parece un ambiente suspendido entre las luces.
