Hay un Estado que se está convirtiendo en el nuevo paraíso para todos aquellos que desean invertir sus ahorros en el ladrillo: Austria. Este país, muy querido por los europeos para sus vacaciones veraniegas e invernales, ha registrado en los últimos años un gran aumento de las adquisiciones inmobiliarias por parte de ciudadanos extranjeros.
¿Los inversores más numerosos? Los italianos, sobre todo los de la zona de Trentino – Alto Adigio (Tirol del Sur), que hacen frontera con Austria y que prefieren invertir aquí sus ahorros antes que en Italia, por la fuerte crisis económica que asusta y que no parece destinada a dejar pronto el país.
Los compradores están interesados sobre todo en el Tirol del Norte y en las regiones occidentales del Estado austriaco. El fenómeno ha sido analizado y profundizado recientemente por uno de los periódicos austriacos más influyentes, el Tiroler Tageszeitung.
Un periodista del diario tirolés ha entrevistado a Hannes Gschwenter, vicepresidente del Tirol, quien ha explicado cómo, gracias a las inversiones externas, los precios de los inmuebles en la región han aumentado exponencialmente en los últimos meses, en algunos casos hasta el 30%. Si por una parte esto ha conllevado un importante flujo de dinero y un aumento de la economía en el país, por el otro plantea no pocas preocupaciones por el riesgo de una posible burbuja inmobiliaria.
Los principales motivos de estos italianos para comprar en esta parte de Austria son la elevadísima calidad de vida y un ambiente muy parecido al del Alto Adigio, con una gran variedad de servicios para los ciudadanos, pero con precios más bajos y con una carga fiscal más ventajosa respecto a la actual italiana.
Las diferencias de precio son notables, porque si un apartamento de alto standing en Trentino – Alto Adigio (Tirol del Sur), en Val Badia, cuesta una media de 12 mil euros el metro cuadrado, un apartamento similar en localidades tan conocidas y bellas pero en tierra austriaca cuesta un tercio de esa cantidad, unos 4 mil euros el metro cuadrado. Si se piensa, además, que quien decide adquirir un inmueble de lujo en Austria no está sujeto a los controles patrimoniales cada vez más frecuentes por parte de la Guardia di Finanza italiana, es fácil entender cómo este país transalpino se ha convertido en un destino popular donde invertir en ladrillo, aunque solo sea por huir del riesgo a nuevas tributaciones patrimoniales y fiscales.