Una casa de lujo impresionante se sitúa en el entorno de Shepherd’s Bush, barrio residencial de Londres repleto de tiendas que circunda una verde área triangular.
Luminosísima, moderna, original: son los mejores calificativos para esta residencia que, gracias a las ideas y a la imaginación del arquitecto Matt White y de su mujer Sophie, ha dejado de ser una clásica casa de estilo victoriano para transformarse en una residencia que vale tres veces su coste de construcción.
Después de haberla comprado por una buena suma y tras haber conseguido el permiso para reestructurarla, la pareja ha ideado y realizado una casa extremadamente agradable, adaptada al estilo de vida de sus tres hijo pero cuidando también el lado ecológico.
La propiedad, de unos 160 metros cuadrados, fue proyectada para hospedar en su último piso tres dormitorios, en el piso bajo un amplio espacio abierto que alberga el salón y la cocina y, en el sótano, otro dormitorio, un almacén, un pequeño estudio y una gran sala de juegos.
La luz natural, que ilumina generosamente las habitaciones, es constante en todos los ambientes. Mucha atención ha sido puesta en el ahorro energético: los suelos de cemento recubiertos de madera absorben el calor y lo liberan gradualmente. La iluminación utiliza la tecnología LED; la bio-chimenea calienta sin leña y hay incluso un sistema que recoge y recicla el agua de la lluvia.
Otros detalles que hacen que este inmueble sea aún más interesante son las claraboyas equipadas con persianas eléctricas, los claros cristales que se vuelven opacos para garantizar la privacidad y el sistema que, desde el baño de la planta superior, lleva directamente la ropa a la lavandería, dos piso más abajo.
Son numerosos los armarios empotrados, uno de los cuales esconde o descubre, según el momento, un completo mueble bar.
El blanco es el color dominante, pero otros toques de color que hacen que los ambientes sean muy agradables y alegres proceden de las sillas del comedor, del verde que contrasta con el blanco en el mobiliario de la cocina y de los grandes armarios pintados en su interior que se abren mostrando rincones de estudio para grandes o pequeños usuarios.
Esta residencia tan bien estudiada tiene un valor cercano a los 2 millones de libras esterlinas.