Mudarse a Brasil o buscar una casa donde pasar las vacaciones en un oasis paradisiaco es el sueño de mucha gente. Su maravilloso paisaje, su clima y una situación social, política y económica en gran desarrollo hacen de Brasil una de los lugares más interesantes donde invertir. Pero, antes de dar este paso, es bueno informarse de las condiciones del mercado inmobiliario en el país, para no caer en el cliché de que comprar una casa de lujo en Brasil es una ganga.
Un estudio reciente de Fitch Ratings, importante agencia internacional de calificación crediticia, demuestra, de hecho, que el precio de los inmuebles en Brasil es más bien alto, sobre todo en las grandes áreas metropolitanas.
En su análisis del mercado inmobiliario, concretamente, se explica cómo entre 2008 y finales de 2011 el precio de los inmuebles se ha duplicado en un contexto económico-social que ha vivido un aumento de los ingresos de solo el 15%. La subida de los precios es una consecuencia de la enorme expansión del crédito, que ha conllevado a su vez una caída vertiginosa de los tipos de interés. Se ha verificado, además, una mayor disponibilidad de los depósitos de ahorro baratos con los que financiar hipotecas y un proceso de ejecución hipotecaria simplificado mediante algunas reformas legales.
A este contexto financiero se une el hecho de que Brasil, en general, sufre la falta de casas de alto standing. La oferta no llega a satisfacer la creciente demanda, lo que provoca un fuerte desequilibrio de difícil solución.
En dicho estudio se subraya además la cuestión de las tasas hipotecarias, actualmente en mínimos históricos (por debajo del 9%). Los préstamos hipotecarios son, entonces, en gran parte financiados a través de depósitos de ahorro y fondos de los trabajadores (los llamados FGTS). En el ámbito del Brazilian Housing Finance System (SFH), de hecho, los bancos están obligados a dirigir una parte de los depósitos de ahorro a hipotecas y otras actividades inmobiliarias.
Las tasas de crecimiento de los préstamos parecen, sin embargo, insostenibles y, a pesar de una probable ralentización del crecimiento, continuará siendo de dos cifras.
Muy probablemente, concluye el estudio de Fitch, el crecimiento de los salarios y de los préstamos, junto a la tendencia a la subida de las tasas de interés reducirá los niveles de pago en este año 2014.