Todos sabemos que vivir en el desierto es complicado por su clima particularmente caliente y árido y por su inhóspito ambiente. Sin embargo, hay quien ha decidido construir una casa extra lujosa justo en medio de uno de los desiertos americanos más grandes, el desierto de Mojave , a un centenar de millas de Los Ángeles. Una idea audaz que, sin embargo, ha encontrado varios admiradores en el mundo gracias a su extraordinaria belleza y a un óptimo trabajo de contrastes entre la estructura de la propiedad y el estéril medio ambiente circundante.
La villa es obra del estudio Oller & Pejic Architecture, en colaboración con los diseñadores de interiores Marc e Michele Atlan. La estructura ha sido construida en piedra de cuarzo ahumado negro, una elección cromática nada casual por muchos motivos.
Los arquitectos, de hecho, querían una casa que fuese capaz de mitigar los deslumbrantes rayos del sol, que en esta zona pega verdaderamente fuerte y durante muchas horas diarias. A pesar de lo que pueda pensarse, este casa con formas tan cuadradas y geométricas se integra a la perfección en el ambiente creando un inesperado e increíble efecto escénico.
En el interior se han construido tres dormitorios, una enorme zona living compuesta de salón y de comedor, dos baños y un amplio garaje interior. En total, esta vivienda de lujo en California mide unos 145 metros cuadrados y se sitúa en una propiedad de más de 2.5 acres. La decoración de la casa es extremadamente minimalista: los diseñadores han decidido añadir solo lo indispensable para no recargar un ambiente deliberadamente sobrio.
Los colores dominantes son el negro, el gris y el blanco, con algún detalle rojo para crear contraste. Los diferentes espacios que conforman esta villa se han distribuido en diferentes niveles con el fin de mitigar el racionalismo arquitectónico extremo, debido a una estructura perfectamente geométrica.
Uno de los elementos que, sin duda, caracterizan principalmente a esta villa americana de lujo son sus amplias paredes acristaladas que se asoman a un panorama lunar: en el interior no se han colgado cuadros en las paredes porque las vistas que se aprecian desde las cristaleras de esta villa son, de por sí, decorativas.
El exterior de la villa es obviamente desértico pero, entre las rocas, sobresale una futurista piscina de importantes dimensiones y con una forma rigurosamente cuadrada. Desde aquí se puede disfrutar de unas increíbles vistas.