Se desconoce el motivo por el que la actriz Meryl Streep ha decidido abandonar su lujosa casa en California cuando ha pasado poco más de un año desde su compra. Pagó por ella cuatro millones y medio de dólares pero, ahora que vuelve a estar en el mercado, su precio ha subido a los siete millones. Se trata de una villa extremadamente característica, porque a pesar de que su construcción data del año 1954 tiene el aspecto de una maravillosa vivienda contemporánea.
La casa se encuentra en Rising Glen Road, una de las zonas más chic de Los Ángeles, y su superficie total es de 325 metros cuadrados: cuenta con cuatro dormitorios y otros tantos baños, una cocina totalmente equipada, un gran salón, un almacén y un estudio. Lo que la hace tan especial, además de la decoración – no elegida por la actriz, quien compró la casa ya amueblada – son sus cristaleras con vistas a la naturaleza y sus modernos acabados, además del patio y del jardín, que alberga una magnífica piscina y un spa.
Esta villa de lujo en Los Ángeles es adecuada para una familia, por el modo en que fue concebida y arreglada. La cocina, por ejemplo, se une a una pequeña sala de estar, dando lugar a un ambiente dedicado al entretenimiento y a la convivialidad. En el mobiliario, además, no hay nada excesivamente futurista: reina, en la cocina, la madera que da a esta zona de la casa un estilo un poco rústico. La cocina comunica con el salón principal de la villa, que es también comedor, donde los colores tienden a oscurecerse dejando sitio a una decoración contemporánea.
Encontramos los mismos colores y materiales en el piso superior, que alberga los dormitorios. Deja sin respiración el dormitorio principal que, a pesar de estar decorado de modo sobrio y sencillo, ofrece unas vistas espectaculares a la naturaleza californiana. En una habitación así, además, no podía faltar un magnífico baño privado dotado de ducha y bañera con hidromasaje. También desde aquí las vistas son únicas, teniendo en cuenta que el jardín que rodea la villa no tiene nada que envidiar a los resorts más exclusivos: en torno a la piscina encontramos cómodas tumbonas, sombrillas y otros particulares elementos. Un verdadero paraíso, en fin, en el corazón de Los Ángeles.