Venecia es una extraordinaria localidad, famosa en todo el mundo, única, llena de asombro. Como sucede habitualmente en zonas con similares características, su mercado inmobiliario se encuentra entre los más interesantes: muchos son los que desean comprar una vivienda en la ciudad de los canales, sobre todo los extranjeros.
Los franceses son los inversores extranjeros más numerosos; les siguen rusos, alemanes, suizos y norte-europeos. Los ingleses están más interesados por la Toscana, mientras que los chinos se muestran aún dubitativos con la situación.
Los detalles que se tienen en cuenta principalmente a la hora de comprar un inmueble en Venecia son dos: en primer lugar, que desde el inmueble se disfrute de unas buenas vistas y, en segundo lugar, se da mucha importancia al hecho de que la vivienda esté reestructurada recientemente y desde los cimientos.
Entre las distintas zonas de Venecia, las más solicitadas y, por lo tanto, las más caras, son San Marco y Dorsoduro. Los precios giran en torno a los 2.900 euros el metro cuadrado y suben hasta los 4.700 euros el metro cuadrado en el centro. El precio de una vivienda media es de unos 300.000 mil euros y en la zona del Gran Canal es donde se encuentran los edificios más lujosos. Cannaregio podría ser el barrio donde mejor se conserva el espíritu veneciano.
Las tipologías de viviendas en venta en tierra veneciana son distintas. Van desde los edificios reestructurados, en los que un apartamento de 60 metros cuadrados tiene un precio en torno a los 600.000 euros, hasta el millón de euros por 70 metros cuadrados. Moviéndose hacia Cannaregio el coste baja, pero la reestructuración fiel de acabados y murales compensa sólo parcialmente el hecho de aquí las vistas sean menos impresionantes.
Varios son los edificios que reflejan el antiguo esplendor de Venecia, como el Palazzo Vendramin Costa en Cannaregio, que está siendo reestructurado desde sus cimientos. Una vez terminadas las obras ofrecerá 13 apartamentos de lujo en Venecia, de diferentes tamaños, cuyos precios irán desde los 650.000 euros hasta los 4.5 millones de euros. En la reestructuración del edificio se ha respetado el estilo de su construcción, insertando detalles que lo modernizan sin modificarlo por completo como, por ejemplo, un cómodo ascensor.