Sus vecinos estarán, sin duda, suspirando de alivio, porque desde que Chris Brown compró su lujosa casa en las colinas de Hollywood, la zona ya no era la misma. Por lo que dicen, el cantante y bailarín estadounidense no ha sido precisamente un ciudadano modelo: además del barullo que constantemente provenía de su mega-villa, los residentes de la zona no se hacían a la costumbre de Chris de practicar el arte del graffiti en los muros del barrio. Por ello, ahora que ha vendido su propiedad al precio de 1.690.000 dólares, en la zona más amada por los famosos ha vuelto, por fin, la tranquilidad.
Ha sido necesario volver a pintar sus paredes externas, antes de poner el venta esta modernísima vivienda. Ahora es una verdadera y única joya y no sorprende que haya sido vendida enseguida.
Construida en 2008, esta villa de estilo moderno se desarrolla verticalmente y cuenta con un ascensor: sus 278 metros cuadrados de espacio habitable están, de hecho, distribuidos en cuatro niveles, lo que significa que desde la última planta se puede disfrutar de unas vistas incomparables de Hollywood. Pero esto no es lo único de la casa que deja con la boca abierta: la agencia inmobiliaria que se ha ocupado de la venta de la casa ha considerado oportuno conservar los graffiti realizados en el interior de la propiedad. Así, en el salón es posible admirar un Sonic gigante y otros coloradísimos monstruos.
Lo mismo vale para el resto de la casa, que consta de tres dormitorios y de otros tantos baños, de un estudio de arte y de un loft reservado a los momentos de ocio y de relajación. Extraordinario es el dormitorio principal, un amplio espacio abierto que comunica con el baño privado a través de las paredes de cristal. No menos lujosa es la zona exterior de la vivienda, que acoge una piscina y un spa iluminados por lamparitas de leds multicolor. Además, también encontramos una pantalla gigante y una cascada artificial en el jardín, que más que un oasis de relajación es todo un parque de atracciones.