La pasión de Benito Mussolini por las casas bonitas fue muy conocida: en Italia compró numerosas propiedades inmobiliarias de lujo, pero su patrimonio incluía también algunas residencias en el extranjero.
Una de éstas se encuentra en Grecia, y fue enviada construir por el dictador en 1936 para poder pasar allí sus vacaciones. En vez de limitarse a comprar o a alquilar una casa de lujo en Grecia, Mussolini se hizo construir este palacio en el Dodecaneso, que en la época se encontraba bajo el control de las tropas fascistas, en parte para aumentar su control sobre aquellas tierras, apropiadas durante la guerra con Turquía.
El gobierno griego ha decidido ahora poner en venta este inmueble o, mejor dicho, concederlo en usufructo durante 50 años, con la esperanza de aligerar los activos estatales haciendo caja. Se espera que algún inversor extranjero pueda invertir en Grecia, convirtiendo lo que era un bonito edificio en un hotel de lujo que lleve al Dodecaneso al turismo internacional, para crear un flujo económico del que se beneficiarían las arcas del Estado griego. El problema de fondo de esta propiedad, sin embargo, además de su pasado (que, no obstante, podría jugar a su favor), es el estado en el que se encuentra.
Tras la muerte de Benito Mussolini, la residencia, llamada Villa Vecchi, pasó a manos del estado griego, pero desde entonces nunca se han llevado a cabo trabajos de manutención. Hoy, de aquel lujoso edificio no quedan más que unas ruinas que habrían de ser restauradas, con un coste elevadísimo para quien decida hacerse cargo. Del estilo alpino original queda muy poco, y de los numerosos frescos que adornaban la fachada no queda más que alguna huella, siendo muy difícil su completa recuperación.
La propiedad mide casi 760 metros cuadrados y, además del edificio, hay un gran parque que habría sido el lugar de descanso del Duce durante su estancia en el inmueble, pero que hoy parece más bien un bosque. En los alrededores hay varios hoteles de lujo y es con la perspectiva de convertir a esta residencia en otro más que el gobierno de Atenas espera poder liberarse del edificio.
La cantidad que se pide es importante, 22.4 millones de euros, con el objetivo de obtener el máximo beneficio y rellenar las arcas del Estado, que se encuentran en una situación crítica. Esta residencia de Mussolini no es el único bien en venta, sino que forma parte de un plan de privatización que debería cumplirse para el año 2022.
