Si se respetasen los plazos de entrega, la Al Noor Tower será la torre más alta del continente africano. En realidad todavía no han sido iniciadas las obras, pero los proyectistas aseguran que faltan pocos meses al inicio, el cual se producirá, como muy tarde, a lo largo de este año. Los que han tenido ocasión de echar un vistazo al proyecto, han notado el parecido de esta construcción con Barad-dur, la fortaleza oscura de Sauron, lugar conocido gracias a la saga del Señor de los Anillos y, tal vez, dicho parecido no sea una pura coincidencia sino una decisión premeditada.
La torre será construida en Casablanca, Marruecos, por una empresa de construcción de Dubai, la Middle East Development LLC, la cual se ha adjudicado el contrato y que recurrirá al asesoramiento de uno de los estudios de arquitectura más famosos de Francia, Valode & Pistre.
El edificio destaca por su belleza: una de sus peculiaridades es la línea curva de base, obtenida realizando terrazas escaladas en las primeras plantas de la torre, cuyas fachadas serán todas acristaladas con diversas tonalidades de azules, con motivos geomètricos bien definidos. El total de plantas es 114, pero no todas ellas se destinan a uso residencial. La Al Noor Tower podría convertirse en un punto focal del mercado de las casas de lujo en Marruecos, con las numerosas oficinas, la prestigiosa galería comercial, la galería de arte y el moderno hotel de 7 estrellas, dotado de todas las comodidades imaginables.
Los espacios externos del edificio estarán a la altura del lujo desenfrenado de los interiores, no faltará un parque privado y una gran piscina comunitaria, que rodeará la torre a lo largo de todo su perímetro.
Parece que los titulares del proyecto no tengan prisa por empezar: en junio se efectuarán las primeras excavaciones en el terreno para valorar su resistencia y la fiabilidad del mismo, elegido de acuerdo con las autoridades de Casablanca, y si el resultado fuese positivo, en el plazo de unos pocos meses tras la obtención de las autorizaciones gubernativas se iniciarán las obras de construcción, las cuales no deberían de durar más de tres años. La altura total será de 540 metros: no es una cifra casual, sino más bien una elección simbólica para rendir homenaje a los 54 países del continente. Este debería de ser el punto de partida para la construcción de numerosos edificios de lujo en África, que en los próximos 15 años debería de contar con un centenar, visto el enorme potencial paisajístico y cultural que ofrece.
