Está de nuevo en el mercado la Jaws House, residencia que en el pasado perteneció al artista y fotógrafo John Sowden. Fue construida en los años veinte y se encuentra en Los Feliz, una de las zonas más bellas y prestigiosas de Los Angeles. El proyecto original es del famoso arquitecto Lloyd Wright, hijo del aún más célebre Frank Lloyd, el cual se implicó hasta tal punto que esta villa está considerada como la más bella de todas las que ha construido. Desde el punto de vista arquitectónico, en efecto, se trata de una construcción extraordinaria inspirada en los antiguos tempolos de los Maya: la fachada principal, realizada en ladrillos, es imponente, así como los techos de los diversos ambientes que componen la residencia. El precio de venta, teniendo en cuenta su originalidad, es de 4,8 millones de dólares ni más ni menos.
La villa de ensueño en Los Angeles propiedad de John Sowden, se desarrolla entorno a un gran patio de forma rectangular, ocupado por una majestuosa piscina infinita y delimitado con plantas tropicales, árboles frutales y flores de todos los colores. La superficie interna es modesta si se compara con los estándares californianos: “sólo” 520 metros cuadrados, distribuidos equitativamente entre la zona noche y el área living. El punto fuerte del salón es la chimenea, construida con los mismos ladrillos de cemento crudo que revisten la fachada principal, y cuyo tiro parece perforar el maravilloso mosaico que adorna el techo a doble altura. Delante del fuego se sitúan sofás y butacas, mesitas de diseño y complementos de decoración muy raros y costosos. La luz no falta en absoluto, gracias a los enormes ventanales con vistas al jardín, incluso en el comedor, un ambiente de inspiración exquisitamente oriental que comunica con la cocina a través de un imponente arco. La cocina americana es decididamente más moderna y poco en línea con el tema Maya, sin que ello le reste fineza y exclusividad.
Sorprendentes, en fin, las habitaciones, que a pesar de su minimalismo tienen son innegablemente elegantes. El dormitorio principal, en particular, hace un guiño a las habitaciones árabes: la ventana con forma de cruz permite la entrada de una espléndida luz natural, mientras que el terciopelo de color gris metalizado que tapiza las butacas, los cojines y el cubre canapé crean un agradable contraste con los otros elementos de gusto clásico que completan la decoración.