No todo el mundo sabe que el Hotel Plaza de Nueva York – icónica de encanto atemporal, que en el tiempo ha alojado algunos de los personajes del mundo del espectácolo y la política más influyentes del mundo – es también un condominio. En su interior, por consiguiente, es posible no sólo alojarse durante períodos de tiempo más o menos prolongados rodeados de un lujo y elegancia sin igual, sino también adquirir uno de los apartamentos en venta. Entre ellos, se encuentra la magnífica propiedad del arquitecto Frank Lloyd Wright, conocido y estimado a nivel internacinal gracias a algunas de sus inolvidables creaciones como la famosa Fallingater, es decir, la Casa de la Cascada, una auténtica joya arquitectónica en el bosque de Mill Run, en Pennsylvania (Estados Unidos).
Hotel Plaza Nueva York
En 1991, El Instituto Americano de Arquitectos ha declarado la Casa de la Cascada como ‘ la mejor obra arquitectónica americana de todos los tiempos’. Pero el genio de Frank Llloyd Wright se ha expresado en muchas otras obras, entre las cuales su apartamento en el Hotel Plaza, en el corazón de la Gran Manzana. El arquitecto estuvo alojado allí mientras trabajaba en el proyexto del cercano Museo Guggenheim y aportó notas de clase sin igual. En venta por una cifra ni más ni menos que 26 millones de dólares (inicialmente 39 millones, posteriormente rebajada debido a la falta de propuestas de compra), el lujoso apartamento neoyorquino posee unas increibles vistas sobre Central Park, el más famoso parque de la ciudad.
El término apartamento no debe inducir a engaño, ya que la propiedad de Wright en el Hotel Plaza es cualquier cosa excepto pequeña: el inmueble posee una superficie de 400 metros cuadrados y comprende una espléndida y modernísima cocina, un inmenso salón y comedor, cuatro dormitorios principales y otros tantos baños completos. El inmueble es único en su género y, a simple vista se caracteriza por una masiva presencia de mármoles prestigiosos y accesorios de gran clase. Ningún ornamento, adorno o pieza de mobiliario está dispuesto al azar: cada objeto, cada detalle, han sido cuidadosamente pensados y dispuestos para construir al mismo tiempo un conjunto suntuoso y refinado, de gran lujo y al mismo tiempo elegante.
