A pesar de la fuerte competición de las economías emergentes, sobretodo las de los países asiáticos, en el próximo decenio Nueva York y Londres continuarán siendo las metas preferidas de las personas más ricas del mundo, aquellas con unos ingresos superiores a los 30 millones de dólares.
Como informa el Wealth Report, elaborado por la empresa británica Knight Frank, especializada en consultoría inmobiliaria, al menos hasta 2023 la mayor parte de los hombres más adinerados e influyentes del planeta continuará comprando su casa en Estados Unidos y en Gran Bretaña, manteniendo por tanto este prestigioso primer puesto a pesar de algunas realidades emergentes como Asia y América Latina.
Según Bloomberg, que ha sido el primero en difundir la noticia, la crisis económica que ha golpeado la eurozona no ha tocado mucho el patrimonio de las 100 personas más ricas del mundo sino que, por el contrario, ha aumentado de manera exponencial de 241 mil millones a 1,9 billones de dólares.
Además de la estabilidad política y del sistema fiscal, factores con gran influencia en la elección de una localidad por parte de los ricos, el idioma es el factor que más anima a los potenciales compradores extranjeros.
En concreto, la capital inglesa no parece haber sentido la crisis, con un incremento de los precios de las zonas centrales entorno al 10% anual en el último bienio, con puntos superiores en el sector de lujo. La demanda del sector de alto standing se concentra en los apartamentos de pequeñas dimensiones en barrios prestigiosos como Chelsea, South Kensington y Belgravia.
En Nueva York, por el contrario, las preferencias continúan concentrándose en los apartamentos de pequeñas dimensiones en localizaciones top, con un interés creciente en las mejores zonas de Brooklyn, donde los precios están en aumento y donde se prevé una revaloración en un futuro próximo.