A pesar de todos los rascacielos que hay, o que están en construcción en Manhattan, la ciudad se queda corta de áticos y apartamentos de lujo. Las ventas millonarias de los inmuebles de alto standing en Nueva York han caído notablemente en el segundo trimestre del año, en gran parte debido a la escasez de las casas.
Las ventas de inmuebles de más de 5 millones, han caído un 25% respecto al mismo trimestre del 2012. Mientras que las ventas de casas de lujo de más de 10 millones, se han visto disminuidas un 50%.
Esto se debe al hecho de que las propiedades disponibles en Nueva York de precios entre los 5 y los 10 millones de dólares han bajado un 15% entre el segundo trimestre del 2012 y el segundo trimestre del 2013.
Según los expertos del sector, la actual escasez de inmuebles de lujo es en realidad mucho más grave de lo que parece, desde el momento que gran parte de las casas de lujo que se encuentran en el mercado inmobiliario está constituido en realidad por apartamentos en edificios aun en construcción.
Todo esto conlleva inevitablemente otro problema: un gran número de apartamentos de lujo en venta a precios muy caros para el tipo de inmueble. Si bien el sobreprecio es un problema común en todo el país, en Nueva York es particularmente grave.
Los millonarios y billonarios que compran apartamentos de top del mercado de Manhattan son muy exigentes cuando se trata del precio y no están dispuestos a pagar más de lo debido.
Entre los ejemplos de inmuebles en venta ahora en la Gran Manzana con precios más elevados, despunta el ático de 120 millones de dólares en el Pierre Hotel.
Otras casas de lujo en el mercado a precios excesivos: un apartamento de 95 millones de dólares en el piso 18 del The Sherry Netherland, y uno de 44 millones de dólares en Hudson Street.
Dos factores han llevado a una situación de estancamiento en el mercado inmobiliario neoyorquino: la falta de inmuebles de lujo y de compradores que no están dispuesto a pagar precios demasiado elevados.
Esta tendencia podría continuar durante el resto del año y dañar la economía de Nueva York.
