The Shard, el rascacielos proyectado por Renzo Piazo en el corazón del London Bridge Quarter, además de ostentar el record de ser el rascacielos más alto de Europa, ha sido recientemente nombrado el mejor rascacielo del viejo continente por el prestigioso Council on Tall Buildings and Human Habitat, que cada año asigna un premio a los edificios más bellos del mundo.
La “torre de cristal” mide más de 300 metros y está compuesta por 87 plantas de las cuales 72 son habitables. Recubierta por 11.000 paneles de cristal (el equivalente a la extensión de 8 campos de fútbol juntos) fue inaugurada en julio de 2012 con motivo de las Olimpiadas de Londres y ya se ha convertido en una de las atracciones turísticas más populares de la capital británica.
Los motivos que han llevado a la organización internacional a atribuirle este reconocimiento son varios: seguramente por sus características intrínsecas, pero también por las mejoras que ha llevado consigo a la ciudad de Londres gracias sobre todo a su perfecta integración en el panorama urbano y, principalmente, por su sostenibilidad ambiental (el 95% de los materiales utilizados en su construcción son reciclados y la posición de los espejos está pensada para aprovechar al máximo la luz, con el objetivo de optimizar el consumo de energía eléctrica).
El interior del edificio, situado en el elegante barrio de Southwark, cerca de la famosa galería de arte Tate Modern y del London Eye, alberga un hotel de lujo de cinco estrellas, oficinas y apartamentos de prestigio dotados de todas las comodidades típicas de propiedades exclusivas, así como algunos de los restaurantes más afamados de Londres.
Pero el verdadero punto fuerte de este edificio es sin duda la espectacular vista que se puede admirar desde la terraza situada en el piso 72: una panorámica increíble con una extensión de 40 millas (unos 64 km) que incluye desde el Tower Bridge al Big Ben y desde la catedral de St. Paul y el Buckingam Palace hasta el nuevo estadio Olímpico.