Que levante la mano el que jamás ha soñado con vivir, o por lo menos alojarse, en la residencia de una familia real. Por ejemplo en la del Marqués de Lafayette, la cual, mira por donde, ha sido recientemente puesta en venta. El precio solicitado no es precisamente bajo, pero hay que decir que 1,8 millones de euros es un precio más que razonable para una residencia tan lujosa cuyas paredes encierran el pasado glorioso de uno de los generales más famosos de Europa. La casa en la cual el héroe de los dos mundos pasaba sus vacaciones veraniegas se encuentra en Loches, en el Valle del Loira. Se trata de un precioso pueblecito medieval, dominado por un antiguo castillo, en el que el tiempo parece haberse detenido. La residencia del noble francés refleja en todos los sentidos las características arquitectónicas de la época en la que fue construida. Data del siglo diecisiete, por consiguiente, es de estilo barroco.
La lujosa villa en Francia del Marqués de Lafayette está rodeada de más de doce hectáreas de terreno, con enormes y espléndidos jardines y encantadores zonas de relax. Es igualmente llamativa la superficie interna de la residencia, de casi dos mil metros cuadrados. La casa se compone de dos niveles con un total de once dormitorios, diversos salones, sala de billar y cocina con vistas al parque privado de la mansión. Ya sea en la planta baja que en la zona noche existen diversas salas de reuniones, estancias obligatorias en la residencia de un personaje de este calibre que recibía con frecuencia huéspedes y visitantes ilustres. Completa la residencia una encantadora casa de invitados arquitectónicamente similar a una construcción típica de la región italiana de Puglia, compuesta de ocho estancias, espacio más que suficiente para acoger a amigos y parientes en esta exclusiva localidad francesa.
En ambas construcciones los acabados transmiten lujo y elegancia. A partir de los materiales, como la madera de las vigas que decoran los techos y el mármol que reviste los suelos, hasta los muebles, que son de época y, por consiguiente, pomposos y refinados. Las tapicerías de las cortinas, sofás, alfombras y cojines son de damasco. La zona living está repleta de cuadros y complementos de decoración. Los marcos son de bronce, en perfecta línea con el estilo del siglo diecisiete, mientras que las lámparas de cristal no dejan lugar a dudas sobre el gusto ostentoso del marqués.