El barrio de Los Feliz se encuentra en una posición privilegiada, a las puertas de Los Ángeles y muy cerquita de Hollywood. Es famoso por sus magníficas villas y por su naturaleza incontaminada, que hacen de ella una de las zonas más bonitas de la ciudad de los ángeles. Lo tienen muy claro las estrellas, en constante búsqueda de una nueva mansión de lujo en este espléndido rincón de Califormia. La última estrella que ha encontrado la casa de sus sueños es Andie MacDowell, que en breve se mudará a un fantástico cottage de estilo colonial, en Los Feliz. Dicha propiedad data de los años treinta, pero ha sido restaurada de forma que los interiores parezcan un poco más modernos. De antiguo han quedado solamente el suelo de terracota y los arcos que comunican las distintas estancias, todas muy acogedoras y luminosas. El inmueble, por el cual la estrella de “Sexo, mentiras y cintas de vídeo” ha pagado poco menos de un millón trescientos mil dólares, dispone también de un espacioso jardín con bañera de hidromasaje y de un patio perfecto para comer o cenar al aire libre.
La villa de lujo en Los Ángeles ocupa una superficie total de 200 metros cuadrados y consta de salón, cocina, comedor, cuatro dormitorios, dos baños y una bodega. El salón es la estancia más característica de la casa: las vigas a la vista y la chimenea le confieren una atmósfera maravillosamente relajante, gracias además a una decoración sobria y al mismo tiempo refinada. La gran ventana con forma de arco enmarca el jardín, regalando un cuadro de fábula a todos aquéllos que se sientan en el sofá de color neutro o en las butacas Chester. Una lámpara de diseño contemporáneo amortigua el aspecto retró de este maravilloso ambiente, en el que existen dos elementos de estilo rústico verdaderamente originales: un tronco que funciona como base de apoyo y una mesita de café con la superficie de madera, que recuerdan las vigas del techo.
Encontramos este mismo material, que nunca pasa de moda, en el comedor, donde la mesa retró crea un agradable contraste con las sillas ultramodernas. Más allá del arco existe un segundo salón, más íntimo e informal que el principal. Se trata más que nada de una estancia para el relax, donde la MacDowell podrá entretenerse leyendo un buen libro entre un clak y otro en la cercana Hollywood. Desde aquí se accede directamente al patio, decorado con linternas y mesa de picnic. Tres peldaños más abajo se encuentra, en fin, el jardín, un pequeño oasis privado con plantas tropicales y árboles de fruta. Genial idea la de la bañera de hidromasaje al aire libre, para disfrutar de agradables pausas de relax en estrecho contacto con la naturaliza californiana.